Esto se debe a que el mismo color no luce igual en todos, ya que el efecto que tenga sobre el rostro (es decir si le da más luminosidad o hace que parezcamos cansadas) depende de la tez, del color de ojos y de cabello.
En la siguiente foto, pueden observar cómo la elección errónea de tonos de maquillaje afecta la imagen de una persona:
Es por esta razón que se sugiere realizar un análisis de colorimetría para determinar la paleta de colores personal que contiene las tonalidades que harán que el rostro parezca más descansado, disimulando arrugas y demás imperfecciones.
La clave para aprender a usar los colores ideales está en la tonalidad. Todas podemos usar verde, azul, gris, rosa y demás colores: el truco está en la tonalidad de ese verde, azul, gris o rosa. Es por esto que a algunas les quedan mejor los tonos apastelados y a otras los tonos más vibrantes o shocking.
El make-up no es ajeno a esta realidad: hay sombras, labiales y rubores en tonos cálidos y fríos y la elección correcta se logra comprendiendo si tu piel es fría o cálida y luego analizando el color de tus ojos y de cabello. Por ejemplo, a una piel fría se le puede recomendar un labial rosado (incluyendo el fuscia) mientras que una piel cálida se verá mejor con un labial en tono coral o salmón, más cercano a los naranjas que a los rosados.
Como verán, el asesoramiento de imagen abarca más que el tipo de prendas y texturas ya que los tonos equivocados pueden actuar en detrimento de la imagen personal.
Laura Malpeli de Jordaan
Asesora de imagen
Styletto Image Studio
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